La fecundación
Para que se forme un bebé es necesario que se unan una célula masculina, el espermatozoide, y una célula femenina, el óvulo.
La fecundación es la unión del óvulo y el espermatozoide.
Cuando un óvulo madura, pasa del ovario a la trompa de Falopio. Si mientras recorre la trompa de Falopio se encuentra con un espermatozoide, puede producirse la fecundación.
Para que se produzca la fecundación, es necesario que los espermatozoides lleguen a la vagina de la mujer. Esto sucede durante la cópula. A continuación, los espermatozoides nadan hasta las trompas de Falopio.
Cuando el óvulo y el espermatozoide se encuentran, se unen y se produce la fecundación, que da origen a una nueva célula llamada cigoto, que es la primera célula del nuevo ser.
El cigoto se divide y origina dos células. Estas dos células también se dividen y dan origen a cuatro. Este proceso de división continúa así hasta que el cigoto se transforma en una pequeña esfera formada por numerosas células, el embrión.
El embrión recorre las trompas de Falopio y, unos días después, llega al útero y se adhiere a su pared. Allí, el embrión continúa creciendo y cambiando hasta convertirse en un bebé.