8.4 El desarrollo embrionario
El desarrollo embrionario tiene lugar desde que se forma el cigoto y se origina un embrión hasta que nace un nuevo individuo.
Los nuevos individuos completan su desarrollo tras el nacimiento (desarrollo posembrionario). Este desarrollo puede consistir en el crecimiento y la maduración del nuevo ser, como en el caso de aves y mamíferos; o en una serie de profundas transformaciones, denominadas metamorfosis, como el caso de las larvas de muchos invertebrados y las formas juveniles de los anfibios.
Según donde tenga lugar el desarrollo embrionario, los animales pueden ser:
Animales ovíparos
En ellos, el embrión se desarrolla en el interior de un huevo nutriéndose a partir del vitelo, un conjunto de sustancias nutritivas acumuladas en él. Según su envoltura, los huevos pueden ser:
- Huevos sin cáscara impermeable, que requieren ser depositados en el medio acuático para que no se sequen. Son los de los peces y los anfibios.
- Huevos con cáscara impermeable, que se depositan en el medio terrestre. Son los de la mayoría de los invertebrados, las aves y los reptiles.
La eclosión es la rotura del huevo y la salida del nuevo individuo, cuando finaliza el desarrollo embrionario.
Los animales vivíparos
En ellos, el embrión se desarrolla dentro del útero de la madre, nutriéndose a partir de órganos como la placenta, especializados en el intercambio de gases y nutrientes entre el embrión y la madre.
El parto es la expulsión del nuevo individuo fuera del cuerpo de la madre cuando finaliza el desarrollo embrionario. Son animales vivíparos todos los mamíferos, excepto los monotremas.
Los animales ovovivíparos
En ellos, el embrión se desarrolla en el interior de un huevo que se aloja en el interior de la hembra, nutriéndose a partir del vitelo del huevo.
La eclosión se produce en el interior de la madre, seguida de la expulsión de las crías y de los restos del huevo. Son ovovivíparos algunas especies de tiburones y de víboras.