Para comprender bien un texto, hay que leerlo o escucharlo más de una vez. Solo así podrás descubrir algunas cosas que, tal vez, al principio, te hayan pasado desapercibidas. Y, ahora, disfruta con Flix y Tol, unos hermanos con gustos muy diferentes.
Hay muchos que dicen que Flix está un poco loco. Y sí, la verdad, podemos afirmar que sus gustos son diferentes a los de la mayoría. Por ejemplo, lo que más le gusta en esta vida es esconderse en la lavadora y esperar a que la pongan en marcha. Dentro de ella aguarda ansioso a que llegue el momento del centrifugado, cuando el cacharro comienza a acelerarse y el tambor da vueltas y vueltas, cada vez más rápidamente.
Entonces Flix se queda pegado a las paredes del tambor por la fuerza centrífuga y grita y grita por lo bien que se lo está pasando. Flix no sabe qué es la fuerza centrífuga, porque no fue a clase el día en que la explicaron. Solo lo llevan al colegio un día o dos por semana, así que va aprendiéndose las cosas a trompicones. Sabe lo que es sumar, pero se le dan fatal las restas. Lo mismo le pasa con las multiplicaciones (puede hacer las menos complicadas), pero de divisiones anda mal, de modo que si hay que repartir algo entre varios, mejor que no se ocupe él de la operación, porque lo más probable es que termine quedándose con todo.
Su hermano Tol siempre se enfada con él. No le gusta que se cuele en la lavadora, que esté siempre haciendo de rabiar a Arañazo —el gato de la casa—, que se vaya a jugar con el primero que pasa ni que se esconda en los armarios para intentar dar sustos a todo el mundo. Todos creen que Tol es un cobardica, pero él se defiende diciendo que tiene gustos más normales. Disfruta mucho cuando lo dejan colgando al sol durante horas. O cuando le pasan una plancha bien calentita por encima. Sí, ya, puede que eso no parezcan gustos normales, pero si se es un calcetín, como lo son Tol y Flix, no resulta tan extraño.
Pues sí, Tol tiene muchos motivos para enfadarse con su hermano. Por su culpa, más de una vez, cuando tendría que haber ido al cajón de la ropa limpia, lo han mandado al cajón de las cosas sin pareja porque Flix andaba de juerga y no aparecía por ningún lado. Y, por lo tanto, muchos días, cuando podía haber salido a la calle en los pies de Bruno, su dueño, se ha tenido que quedar aburrido esperando a que su hermano apareciera. No son grandes problemas pero le fastidian. Lo que no sabe Tol es que eso no es nada comparado con lo que le va a ocurrir por las travesuras de su hermano.
Félix Jiménez Velando, Calcetines. Ed. Bambú.
Ansioso: que tiene un deseo grande.
Centrífuga: que se aleja del centro.
Trompicón: tropezón.