Por San Blas
un prodigio verás.
Con nieve y con cierzo
verás la cigüeña
por tierras del Bierzo.
Aún a medianoche
la vieron volar
niños y pastores.
Dejan fuego y cama,
dejan sueño y leña
por ver dónde posa
aquella cigüeña.
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Trae bulto en el pico,
la miran las gentes
que al campo han salido.
¡Flautas y zampoñas
arrullen al niño!
Niño de nevada
–cantan los pastores–,
nunca tendrás nada.
Mirarás la nieve,
mirarás las nubes
con tus ojos verdes.
Mirarás el sol,
mirarás la lluvia,
cogerás el son.
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Ni plata ni oro,
nueces y manzanas
serán tu tesoro.
Mirarás la luna,
mirarás el campo
ya desde tu cuna.
En aquel tejado
posó la cigüeña:
la madre del niño
se llama Teresa.
Niño de nevada,
de Teresa Prada
tan solo tendrás
canción y mirada.
Mirada y canción,
no cierres los ojos,
no pierdas el son.
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